Unas 12.000 personas han llegado a Ceuta en dos días a nado o en pequeños botes. España envió tropas y vehículos blindados a la frontera, acorraló a migrantes en una playa y obligó a muchos a regresar a través de un portón en la valla fronteriza. Se sospecha que es una represalia contra España por haber permitido que el líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, recibiera tratamiento en un hospital español.